Definir el ambiente con Yabu Pushelberg
A Glenn Pushelberg y George Yabu, cofundadores del estudio de diseño Yabu Pushelberg, les interesa la versatilidad y consideran que es necesario un diseño funcional y estético que resuelva la iluminación redundante de las habitaciones de hoteles. Como resultado, diseñan Konoha, una lámpara sofisticada que no sólo realza el espacio, sino que también resuelve distintos retos de iluminación. Una lámpara de pared que cuenta con un foco de luz dirigida que se puede mover 360 grados y permite que al orientar la luz hacia arriba, rebote en su interior y cree una cálida iluminación de ambiente. Al mismo tiempo, si la fuente de luz se enfoca hacia abajo, proyecta luz directa y se convierte en una lámpara para leer.
¿Qué es para vosotros el diseño? ¿Cuál es vuestra filosofía?
George Yabu y Glenn Pushelberg El diseño consiste en contar historias, es una forma de conectar con los sentidos. Un diseño sólido explica las necesidades del entorno, genera emoción y da forma a la experiencia. Por eso debe ser comprensivo, funcional y tener un propósito.
Para nosotros el proceso creativo varía en función del propósito del diseño. Como estudio, gran parte de lo que hacemos ocurre antes de empezar a diseñar algo. Nos hacemos preguntas sobre el huésped; construimos un personaje y creamos una vida ficticia. A partir de ahí, empezamos a crear un mundo con texturas y colores que dan forma a una historia. Nuestro trabajo siempre se centra en cómo las personas experimentan nuestros diseños o proyectos. Independientemente de la escala del proyecto, cada elemento está diseñado para mejorar la experiencia.
¿Cuál fue vuestro proceso de reflexión para la creación de la Konoha?
Glenn Pushelberg A menudo la iluminación en las habitaciones de hoteles es redundante. En una misma estancia se necesita iluminación directa y luz de ambiente y así decidimos combinar ambas funciones en un solo diseño. El resultado es una lámpara discreta, adaptable y sofisticada que resuelve y tiene doble función.
George Yabu Al igual que los espacios, el mobiliario y la iluminación tienen la capacidad de cambiar o mejorar las emociones de las personas. La iluminación es posiblemente el elemento más íntimo de un entorno; es la esencia que enmarca los recuerdos de dónde conociste a alguien especial, cómo decides empezar y terminar el día; el aura que atribuyes al hogar y al confort. La luz es el elemento que expresa la intención de un espacio. Konoha representa eso.
¿Cómo llegasteis de la idea al producto final?
Glenn Pushelberg Pensamos en todas las veces que habíamos diseñado hoteles y nunca encontrábamos una lámpara funcional y adaptable que además fuera bonita. Así fue como diseñamos la lámpara Konoha. Hablamos mucho con nuestros equipos de interiorismo y producto para identificar los problemas que hay en el proceso de diseño y así poder entender cómo podíamos desarrollar un buen producto. Tras comprender el reto, supimos cómo resolverlo con bastante rapidez.
¿Han experimentado algo especial fabricando la Konoha?
George Yabu y Glenn Pushelberg Trabajamos en estrecha colaboración con Marset y su equipo técnico para diseñar una lámpara funcional que también fuera estética. Identificar lo que queríamos conseguir y cómo lograrlo fue un proceso muy satisfactorio. Agradecemos a Marset su espíritu de colaboración.
¿Qué les gustaría que pensaran los clientes cuando vean la Konoha?
George Yabu y Glenn Pushelberg ¡Que se diviertan con ella! Sin ser pretenciosos, que la utilicen. Hay que interactuar con esta lámpara para decidir qué luz queremos. Nos gusta que la gente participe y explore todas las posibilidades de la lámpara Konoha, que con ella puedan definir el ambiente.