Creemos en la singularidad
En busca de la singularidad, estamos en constante exploración de materiales y procesos, poniendo en valor la manera cómo producimos nuestros diseños. La cerámica, la madera, el vidrio, el policarbonato y el textil son los distintos elementos que al formalizarlos nos han permitido aportar originalidad a nuestras lámparas. Destacamos algunos de estos diseños, en los que la experimentación del material y su proceso han conseguido que sean lámparas esenciales de Marset.
La pintura se convierte en pantalla, al colorear la luz y conferir textura. La Dipping Light nace como un experimento más -sumergir una bombilla encendida en pintura varias veces-. Así, las varias capas de pintura dibujan círculos concéntricos y atrapan la luz, atenuando su intensidad.
El textil como lenguaje. Joan Gaspar ya no trata solo de diseñar sino también de confeccionar y para ello utiliza un material dúctil, flexible, que tamiza la luz al interactuar con el viento. En la colección Jaima la luz es la pantalla y el tejido transmite su emoción.
Un juego entre materiales naturales y tecnología. El concepto de Pleat Box parte de un desafío formal en el que tras diseñar digitalmente la caída del pliegue textil se aplica la silueta a la cerámica.
La madera de la Discocó consigue no solo que su luz se proyecte de manera extraordinariamente cálida, sino que además transmita ligereza y aporte calidad y confort.
A veces hay pequeñas máculas que forman parte del proceso y convierten cada diseño en distinto y único. La Bohemia es una lámpara de grandes dimensiones que parece de vidrio soplado aunque está hecha de policarbonato. Las imperfecciones cromáticas derivadas de su proceso de fabricación, refuerzan el efecto de “vidrio soplado” y contribuyen al carácter singular de la Bohemia.