Palosanto

Disponible en tres medidas de altura- 30, 60 y 90 cms-, las versiones de 30 y 60 cms incluyen un foco, y la versión más alta, dos. En cualquiera de ellas, los focos se pueden desplazar a lo largo de la tija. Más allá de iluminar, cada foco funciona como protector y reflector. Por una parte, incorpora una rejilla en forma de panel de abeja que atrapa la luz periférica y elimina el deslumbramiento, y por otra, refleja parte de la luz emitida, la deja escapar por la zona posterior, iluminando delicadamente el cuerpo del difusor. Un juego de luces que crea un halo con efecto decorativo y que evoca la calidez de la iluminación interior. Además, los focos de esta baliza se pueden girar manualmente hasta 300 grados mientras el cable queda a la vista, un detalle estético que aporta libertad para decidir a qué altura se colocan y hacia dónde se orienta la luz. De esta manera la posición de la luz puede adaptarse al crecimiento de la vegetación.

Para Christophe Mathieu diseñar consiste sobre todo en observar y pensar un objeto que abarque muchas posibilidades y se utilice a lo largo del tiempo. Esa es su idea al presentar esta nueva baliza que a través de su luz quiere acentuar el exterior, desvelar la arquitectura, señalar un camino o alumbrar un árbol.  Su nuevo diseño es compacto, flexible y resistente a las condiciones climáticas adversas. Un ejercicio de sencillez, fácil de instalar y que se integra en cualquier proyecto de paisajismo -residencial o contract-. Palosanto además añade como accesorio distintos filtros para suavizar la luz, atenuarla hacia la sombra y ajustarla al entorno. Así se consigue tener un mayor control de la luz. Más no se le puede pedir.