Aura

de Joan Gaspar , 2016

Una humilde garrafa de vidrio guardada en la retina del diseñador ha sido el inicio del proceso de diseño del aplique de pared Aura. De ese objeto tradicional, que durante años formó parte del escenario doméstico, surge esta lámpara decorativa, que no sólo ilumina bien sino que también luce en la pared cuando está apagada. Es un diseño emocional, por lo que el vidrio significa en la memoria colectiva, y un diseño racional y contemporáneo, porque resuelve que la fuente de luz no pese en el conjunto.

El vidrio opal, transparente o de color de su pantalla permite que la luz bañe la pared y cree un efecto luminoso sin estridencias que genera un punto de interés en el espacio.

Aura se presenta en dos tamaños: 18 y 25 cm de diámetro, para aportar soluciones lumínicas a espacios más pequeños o más grandes.  Este aplique liviano y resolutivo debe guardar la proporción idónea en el interior que tenga que iluminar, y la proporción siempre depende de la escala.