Milana

Paradójicamente la Milana empieza con la deconstrucción del arquetipo de una lámpara: sintetizándola al máximo, se queda solo con un cuerpo cilíndrico suspendido con un LED incorporado. A este cilindro se le pueden añadir distintas pantallas cónicas en blanco perla y negro en varias medidas. Pero lo más ingenioso es que cada una de estas lámparas puede llevar un simple contrapeso que permite que, al colgarlas entre dos puntos, se puedan mover.

Una lente, casi imperceptible, cubre el LED y se ocupa de distribuir la luz: si solo se utiliza la luminaria de forma cilíndrica, la luz directa hacia abajo es impecable, y cuando se añade una pantalla, la luz se escapa irradiando la propia lámpara. Este sistema lumínico concede el control de la luz al que la usa, planteando una nueva propuesta conceptual.

Además, la colección Milana también está disponible con un accesorio de vidrio prensado, en acabado fumé. Un complemento que aporta volumen y consigue que su iluminación se llene de matices. Esta versión está preparada a 24V, un detalle técnico que permite unir varias unidades de lámparas a un solo punto de luz. Con la Milana con vidrio prensado se pueden crear conjuntos de luz para iluminar grandes espacios.

Subir o bajar las lámparas, moverlas longitudinalmente, mezclar formas cilíndricas o combinarlas con las que incluyen pantallas. La colección Milana permite crear innumerables composiciones, ahora también con un solo punto de luz.

La colección también cuenta con el accesorio cluster, ofrece la posibilidad de poder conectar varias lámparas de suspensión a la vez en un solo punto de luz. Con él se consigue libertad absoluta para construir con luz, para iluminar espacios grandes y poder crear composiciones.