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Marset Featuring
Janie Korn
Sips
Luz moldeable
Janie Korn es artista visual y escultora de cera. Nacida en Estados Unidos actualmente vive en Londres, donde modela y crea velas, dándoles vida y una historia que contar.
Hola, Janie. Es un placer colaborar contigo. Gracias por dedicarnos este rato y compartir con nosotros un poquito de tu creatividad.
Tus creaciones van desde objetos cotidianos hasta pedidos personalizados de animales y personas, desde proyectos nostálgicos hasta velas inspiradas en películas. ¿Cuándo te diste cuenta de que ese era un camino que querías seguir?
JKAntes de llegar a las velas estuve trabajando en esculturas de resina muy rígidas con pequeños autorretratos en su interior. La resina es bastante tóxica y, además, no es biodegradable, así que con el tiempo empecé a sentir el enorme impacto que estaba teniendo mi arte sobre mi propia salud y la del planeta. Ese fue el punto de inflexión a partir del cual empecé a crear en un espacio más efímero. Primero fue escultura comestible, pero no podía parar de comerme mis materiales, y al final llegué a la cera. Lo que me encanta de este material es que convierte el tema en un concepto no permanente. En algo pasajero.
La maleabilidad y las posibilidades de la cera contrastan con la impermanencia de una vela encendida. ¿Cuál es tu parte favorita del proceso de hacer velas?
JK¡Me encanta lo físico que es! Ya no uso termómetros y las funciones de temperatura de mis equipos dejaron de funcionar hace mucho, así que confío en mis dedos para probar la cera. Amasando gotitas entre los dedos puedo determinar la viscosidad y la composición de aceites. Me siento como una bruja encorvada sobre mi caldero desplegando mis artes.
Las velas pueden ser parte de muchos rituales rutinarios. Desde crear ambiente a dedicarse un momento a uno mismo. ¿Tienes algún ritual propio antes de empezar a crear una vela nueva?
JKMi ritual se desarrolla durante el proceso de hacer la vela, no antes. No suelo hacer bocetos de mis ideas ni planificar mucho por adelantado. Pero, cuando estoy inmersa en la creación, hay un momento en el que estoy totalmente conectada con el proceso y casi parece que voy siguiendo las señales de la cera. Es una sensibilización increíblemente espontánea y muchas veces termino con una creación totalmente distinta a lo que esperaba hacer ese día.
¿Enciendes tus propias velas?
JK¡Ja, ja, ja! ¡A veces! Muy raramente, porque tardo mucho en hacerlas. Pero en ocasiones especiales, para marcar algo importante, sí. Creo que hay algo muy poderoso de liberación espiritual ahí.
En una línea de trabajo tan consolidada como la tuya, ¿hay aún espacio para experimentar? ¿Y cómo de importante es?
JKPor supuesto. A lo largo de mi carrera siempre he explorado diferentes medios y aplicado los hallazgos a mi área de interés principal. Para una exposición que tengo en noviembre en Nueva York combino el modelado manual tradicional de la cerámica con mis esculturas de cera para crear un altar de alquimista cubierto de velas mágicas y frascos de pócimas. Para el futuro estoy pensando en incorporar vidrio.
A tus velas las llaman velas mágicas. Cuando se trabaja con objetos tridimensionales, la luz y las sombras pueden ser muy importantes para crear magia. ¿Es algo en lo que piensas cuando haces velas que se van a exponer?
JKPuede, pero en un sentido más laxo. Cuando hago la pieza intento llenarla de emoción y significado. Pero también creo que, cuando abandona mis manos, las cualidades mágicas se transfieren a su propietario que, a partir de ese momento, es el responsable de construir su propia relación mágica con ella. Si quiere encenderla o derretirla, es suya.
Hay cierta poesía en crear una vela con forma de lámpara. ¿Fue difícil tallar la Sips?
JK¡La Sips fue complicada! Ese soporte tan absolutamente delgado es un elemento clave, y si no conseguía hacerlo bien, la pieza no iba a salir. La cera es un material muy complicado y frágil. Al principio, esculpí ese soporte como lo hago normalmente, atemperando la cera y acumulando capas para formar una columna, pero no resultaba lo suficientemente fuerte para sujetarlo todo. En mitad de la noche se me encendió la bombilla (nótese el juego de palabras): en vez de modelar manualmente el soporte, empezaría con un bloque de cera más dura e iría tallándolo. Así, por contraste, la cera ligera utilizada para la base y la bombilla se mantenía en equilibrio sin problema.
Sips es una lámpara portátil que ofrece la libertad de llevártela y ponerla donde quieras. ¿Dónde irá la tuya?
JKMe mudé a Londres hace un año y por primera vez en mi vida adulta tengo mi propio jardín, y lo he heredado ya con plantas de menta y romero y un aromático muro de jazmín que trepa por la verja. Así que sacaré la Sips y la pondré en la mesa para iluminar las cenas y postres al aire libre.
En Marset, parte de la creación de un buen diseño es hacer un producto que no solo dé una luz bonita, sino que también perdure y sorprenda. ¿Qué es lo que más tienes en cuenta cuando creas tus velas?
JKLa ingeniería de la vela es lo primero en lo que pienso cuando me planteo un diseño. La cera tiene sus restricciones y no puede expresar detalles demasiado pequeños. La ventaja es que eso me obliga a trabajar con formas más extremas, más espacio negativo y estructuras internas fuertes. Cuando las piezas se rompen, el superglue no funciona y a los clientes les resulta difícil repararlas, por eso, la integridad estructural me preocupa tanto como el resultado estético.
Para terminar, ¿podrías compartir con nosotros algún hábito que ayude a desarrollar la creatividad?
JKCuando me siento embotada, me apunto a un curso de una modalidad de arte que no guarde ninguna relación con el trabajo que estoy haciendo. Ser principiante en algo te hace ser humilde de la mejor manera posible. Creo que cuando aún no tienes habilidades de experto en un campo dado, el cerebro trabaja de maneras increíbles para encontrar una solución fácil y, en ese espacio, el ingenio florece de una forma asombrosa. Siempre he encontrado maneras muy interesantes de incorporar esas lecciones en mi trabajo principal.
