El propósito de Josefina Sierra Guzmán junto con Dani Pujalte es evocar la descomposición del objeto, en este caso de la lámpara Bohemia, un nuevo diseño contundente de Joan Gaspar. Josefina juega con el aspecto del metacrilato de la Bohemia creando tensión con otros objetos y texturas, diseñando construcciones que unen diferentes piezas en una lógica intuitiva, pero abandonada. El resultado son varias composiciones intrigantes, delicadamente dispuestas en un estado de equilibrio, un diálogo libre entre materialidad, forma y color.

«Siento una profunda atracción por algunos objetos, en cómo son desde el principio y cómo pueden mutar. Empiezo con una composición muy intuitiva, con ensayos y errores, elaboro una selección muy específica de objetos y busco formas de contar historias cortas a través de ellos. Tengo elementos fetiche que siempre están en las composiciones que hago, objetos que me fascinan. En general, estos son lo que yo llamo objetos icónicos, la representación más genérica, estándar y pura de un elemento, incluso los que encuentro o los que han sido abandonados, la mezcla de objetos de vivos y muertos, lo natural y lo artificial.»

«Sucede algo especial al descomponer un objeto, dejar de lado su funcionalidad y analizarlo desde una perspectiva formal. Trabajar con la lámpara Bohemia era centrarse en su tamaño, forma, materialidad y color. Pensar en ella como un círculo rojo brillante gigante y proponer formas para relacionarla con otros objetos y materiales abstractos que no son propias del universo lógico de una lámpara como producto. En este proyecto está presente la idea de dualidad, materialidades opuestas, formas blandas y rígidas, duras y orgánicas, también en la escala de los objetos. Creo que todas estas variantes son las que generan ritmo y tensión en las fotos, un sistema de objetos abstractos que funcionan en un diálogo.»