“La diosa griega del sol, la luna y la aurora. Ilustrando sus caras cambiantes mediante el uso de manos humanas expresivas hemos imaginado la posibilidad de que Theia cobrara vida y la hemos dotado de extremidades que salen de las cortinas con un cuerpo imaginario oculto”.

“Las dos semiesferas, en blanco y negro, representan el equilibrio entre el sol y la luna, son versiones del día y de la noche, la fusión de luz y sombra en un mismo cuerpo”.

“El poder de trabajar con un medio visual, como la fotografía o el diseño, radica en que la narrativa puede tomar formas más ambiguas, interpretativas y subjetivas que en muchos otros formatos escritos o más literales. Creo que esto permite el desarrollo de historias de una manera intuitiva y no lineal, te permite llegar a conceptos que existen en una esfera menos tangible, en una especie de zona gris de significado y narrativas no lineales”.